viernes, 24 de julio de 2009

Recordando ( 2006)



“El impulso empuja a caer al suelo” dicen. Y yo digo que a caer a donde sea.
Porque siempre hay algo que te empuja, siempre.

Me rebota en la cabeza tu sonido como el zumbido de la música alta se queda grabado en mis oídos. Una vez, y otra vez, y una más. Y nunca hay una última. Y ojalá la hubiera. Ojalá que sí.

Tú no puedes darme lo que necesito. Me das vida a través de muchas cosas, pero el ser humano, a veces, es muy primario, y necesito cosas primarias. Tú sabes de lo que hablo. Te lo he dicho en numerosas ocasiones, aunque tú no me hayas oído.

Seamos primarias, y seamos poderosas. Seámoslo. Por favor. Seámoslo.
Te veo llegar y mi corazón explota, una sonrisa se dibuja en mi cara y las ansias no me permiten decirte nada. Tal vez lo notas. Pero sé que si lo haces, sonríes. Sé que no dirás nada más. Porque sé que me conoces. Porque sabes lo difícil que es para mí esto. Aunque estas dos últimas frases sean falsas y sólo sea aquello que deseo creer.

Julio. Comienzo a amar Julio. Y Diciembre, y Enero y amaré Febrero…
A partir de hoy intentaré no mostrar nada más, porque terminará cansándote. Porque acabarás yéndote. Y sé que si te vas, mi corazón te extrañará tanto, que se romperá.

No vuelvas a mí,
Porque nunca te has ido.
Simplemente ven.
De nuevo,
Como en mis sueños.
Ta*. (L)

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