lunes, 18 de junio de 2012

de como se suicida una lágrima. ..


Respira profundo
escribe una breve nota que quizás alguien lea alguna vez,
se asoma a los 160 centímetros que la separan del suelo
da una vuelta, se arrepiente, se agarra
quiere correr, coge la nota, subraya todo y todo lo escribe otra vez.

El frío la alienta,
quema como todas las veces que tuvo que quedarse
con las maletas hechas, listas
con los brazos recién alargados para tomarle en un abrazo
dibujó los bailes, y pidió perdón
quiso ser de risa y terminó así:
suicidándose un lunes, gris
donde nadie la vio hacer su único viaje.


Febe.

Todos los lunes. .. muy temprano

He metido cinco veces lo dedos en mi garganta y NADA!, no he podido vomitar ni una sola herida. .. 
digamos que estoy en 0, pero no por eso como nueva. 
Si acepté fue con las consecuencias, con las cuotas mensuales, con el apuro de no llegar a fin de mes, con los gastos de más, con todos los cobros extras que tiene saborear lo que deseabas (tanto) en una sola noche. 

La vida ( avanza) Es lunes y apesta, pero es lo normal, y me gusta que así sea, el trabajo va bien, y jode. 
La familia se extraña, se ama, se goza. .. 

Queda tanto  TODO por hacer,
tantos mundos derrumbados en sudores y lagrimas que no se ven.
que no quisiste ver, 
que no quise despedir. 
no dieron ganas de voltear la mirada, porque NO SOY tan INCREÍBLEMENTE IDIOTA como para quedarme con todo, 
te lo dí todo, todo. .. llévatelo, es tuyo, siempre lo fue. 

El sabor de las despedidas a veces no es tan amargo, a veces es en colores. 
¿ de qué color es tu orgasmo?






                                                               La Fiesta 

Me desperté por un ruido que venía de alguna parte de mi casa y fui a ver qué sucedía. Al abrir la puerta del salón vi serpentinas saltando por los aires que agujereaban las cortinas con sus trallazos para aterrizar agotadas sobre los muebles después de tanto vuelo en espiral. Las copas, borrachas, brindaban entre si y chocaban tan fuerte que algunas se rompían una mano o un pie. El sofá tenía el rostro desencajado por las carcajadas mientras le contaba una historia a los cojines que se abrazaban para no caerse de la risa. Obuses de confeti cruzaban el cielo de mi casa mientras las sillas bailaban poseídas de tanta felicidad. Las botellas de champán se abrían solas vaciando sus vientres por los aires, luces de discoteca decoraban cada pared, el parqué era una pista de baile y los cds rodaban por el suelo y saltaban hasta el aparato de música. Desde el pasillo miraba resignada y mediocre la tristeza, con ganas de sumarse a la fiesta donde nunca la invitarían. No era un sueño, estaba sucediendo de verdad y entonces entendí el por qué de aquella fiesta: por fin me había olvidado de ti.

Marwan. ..