Veintisiete segundos de inspiración. .. así de sencillo fue abrir la puerta del medio, entrar y darme cuenta que por más palabras que evitara repasar, sobre la mesa cubierta de empolvadas cicatrices seguía la misma sonrisa y las viejas películas que soñábamos compartir.
Por el mero hecho de entrar el polvo se levantó, se esparció en el aire y un leve dolor se instaló en la garganta.
"La conoces"- pregunto D jalandome del fondo.
Murmuré una pelotudez que él no pareció dimensionar.
Guardé la película en el bolso y bebí el ultimo sorbo del café y su amargura.
"cuéntame si te gusta"