jueves, 24 de diciembre de 2009

Feliz Navidad ^^



Pd: REcuerdas este concierto ?
y ese hombre que gritaba como loco ?
recuerdas mi mano sobre la tuya, en los mismos latidos?

Te vas, bueno ya lo hiciste, y con el comienzo de un nuevo año, me aferro a la idea de que no olvides el camino de regreso. y estés aquí el 2010 como prometimos.-
recuerdas esas promesas? tan lejanas qe parecian en aqellos febriles dias. ..

Este año te amé y entre otras cosas egresé de la Universidad.
he cumplido 25 años
soy feliz a ratos.
y te extraño. .. como siempre

Feliz Navidad Natu. !
que Dios te bendiga siempre querida.
Te AMO.

Extracto del blog de Isma, sus palabras, sus pensamientos, él.
(L)


Al final de la gira de “Sueños de un hombre despierto” empecé a cantar un tema inédito: Te vas. Una canción de despedida cargada de promesas que intentan no ser vanas, porque a pesar de la carga de derrota que contienen los adioses, la experiencia te obliga a no resignarte al fatalismo que parece imponerse en cada uno de ellos y que en anteriores canciones admitimos como inevitable (Ana, es tan corta la vida…).

Lo confieso. Se trata de hacerse el fuerte antes de que se dé el portazo. Adoptar la pose de tipo duro, sin quebrar el gesto, mientras prometemos que vamos a estar bien, que finalmente de lo que fue quedó una enseñanza que nos hará mejores, si uno es capaz de sonreír más a menudo y acostarse a una hora prudente para aprovechar los amaneceres, tan saludables para el ánimo cuando van acompañados de ese sol radiante, que se nos antoja más huidizo de lo que anuncia la canción.

Es probable que la pose se desarme una vez se cierre la puerta y ella emprenda el viaje a la ciudad definitiva, pero no dejaremos que lo descubra, pues la derrota no ha de ser desoladora y nuestra alma no ha de parecer tierra quemada tras su paso.

Sí. Tienes razón. En parte por orgullo. Pero también porque quedó el recuerdo de los días que fueron lluvia sobre la playa o al menos remanso tras la tormenta que traen estos días inciertos, aunque esto jamás debamos declararlo en presencia de la persona despedida o en ausencia de un abogado.

Tratemos de fijar la mirada en un Bogart que confiesa a Ingrid Bergman que siempre les quedará París, aun cuando París sea ruinas humeantes y lo que antaño creímos confundir con cañonazos no sean los latidos de un corazón galopante, sino cañonazos al fin y al cabo, o quizá sí el corazón, pero más bien aquel órgano de naturaleza muscular, común a todos los vertebrados y a muchos invertebrados, que actúa como impulsor de la sangre y que en el hombre está situado en la cavidad torácica, y que el tabaco, la falta de sueño, la mala vida (o la no tan mala) junto con algunas despedidas como la descrita, hacen sonar como la máquina del vapor malherido que abandonó Lord Jim mientras se hundía en un arrebato de cobardía que jamás se perdonará.

Aunque quizá sí fueran los latidos de un corazón galopante, o yo qué sé, el palpitar de las venas que, imprudente, ahora arroja gasolina para apagar el incendio que provoca la ruptura. O no. O uno está hecho un lío y finalmente improvisa para no dejarse llevar por el torbellino de su mirada, tratando de mantener la nave al pairo ante el embate de las olas. Quizá sea eso. Que en definitiva uno está hecho mierda y no sabe qué decir.

Pero lo dicho, copiemos el rictus de Bogart, y despidamos a la muchacha, envueltos en nuestra gabardina de tipo curtido en despedidas color gris olvido. Miremos sus ojos, evitando ahogarse en el azul de ese océano que ahora navegarán tipos con mejor carácter, hagamos caso omiso a las sirenas que nadan en él y pronunciemos las promesas pertinentes. Aunque cuando ella suba al avión nuestro pecho quede árido, agujereado y silencioso como los mares de la luna y no nos espere el inspector Renault con el compromiso de una hermosa amistad. Retiremos el mechón de su cabello que le tapa la cara, por última vez, y digamos algo así como: Anda, sube a ese avión, devora la manzana y márchate. Todo va a ir bien. Ella quizá también sonría, y quizá comprobemos que cuando el asesino asesta el golpe final con una sonrisa, a veces duele más la sonrisa que la herida infringida por el arma homicida.

Pero puede ser de otra forma. Mejor aún. Dejemos de mantener la pose y hagamos nuestro el discurso. Qué diablos. Sonreiremos más a menudo, ahorrémonos los suspiros, pensemos que la herida abierta será cicatriz que algún día contemplaremos, no exentos de nostalgia, con un gesto divertido, con algo de complacencia. Aunque estos no sean los días más felices vendrán mejores. Al fin y al cabo acordarse de vivir a veces conlleva hacer repaso de las derrotas con la esperanza del que sabe que la batalla decisiva aún está por venir, esa que no traerá despedidas sino encuentros llenos de abrazos como los que florecen en las salas de llegada de los aeropuertos.

Te vas

a la ciudad definitiva sin mí,

perdonarás que no te vaya a despedir.

La noche corta como un cristal roto y tú

estarás tan triste como hermosa.

Tu luz,

quemó mis naves cargadas de incertidumbre

y el corazón que sobre tu mesa yo puse

para cenar la noche en que nos dispusimos

a saltar de la mano al precipicio.

Y yo procuraré sonreír más a menudo

y acostarme a una hora prudente

tú me enseñaste que afuera, siempre,

me está esperando una nueva mañana

como aquella nuestra,

radiante y soleada.

Te vas

a la ciudad definitiva y en Madrid

quedamos huérfanos y enfermos. Te vas a reír,

pero pregunto cada noche a los fantasmas

que habitan mis bares

cuando vuelves a casa.

Los días caen lentos como el polen de un árbol,

cubriendo todo mi jardín de desencanto.

Un sucedáneo de la vida será al fin

el tiempo que he de recorrer sin ti.

Y tú procurarás cumplir con lo que has prometido,

ser fuerte y devorar la manzana.

Has de pensar cada nueva mañana

que un tipo a menudo piensa en ti y sonríe

aunque quizá no sean sus días más felices.

Y yo procuraré no suspirar tan a menudo

y acostarme a una hora prudente.

Yo sé que afuera, inevitablemente,

me está esperando una nueva mañana.

Lo prometiste, radiante y soleada.

Y yo procuraré mantener la luz encendida

por si se te ocurre volver de repente.

Alumbrará este recuerdo incandescente

el camino de vuelta, aquel que trazaron antes

viejos fugitivos y nuevos amantes.

Ismael Serrano =)

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Sueños. -



Hasta entonces nunca me habían aterrado
de esta forma los aeropuertos.
Lléname de abrazos, lléname de besos,
creo que anunciaron tu vuelo.
Y entre lágrimas tu figura es devorada por la gente,
y una fiera malholiente clava en mi alma sus afilados dientes.

Sus afilados dientes.

Quedo con el sabor metálico de la soledad
y deshojo el calendario.
Tengo miedo, tengo frío y dudo,
y hago repaso.
Fugaz e indeterminado, como un sueño ha comenzado
esta historia y no sé, en verdad, si fue real.

Quién me iba a decir que te iba a encontrar una noche casual,
yo ejerciendo de torpe sentimental.
"¿Qué haces aquí? A punto estaba de marcharme,
qué bueno es encontrarte".

Y tú y yo inmóviles, y en torno a nosotros
giraban colores, pasaban horas, rostros.

Pasaban horas, rostros.

Pero nada de esto era importante,
"así que háblame de ti y no pares".
Apenas te dejaba la música con su metralla.
"Cuéntame cómo era todo antes".
Aunque seriamente dudo si en verdad hubo un antes,
sólo recuerdo bien, con nitidez, que hubo un después.

Entre empujones, entre la gente,
me acerco torpemente con taquicardia adolescente,
en aquel bar donde no entra ni un rayo de luz,
sé que fuera, sé que fuera amanece.

Sé que fuera amanece.

Nuevos reencuentros, nuevas confesiones, y de repente me veo
perdido en un aeropuerto,
con las pesadillas que día a día me acompañan, cotidianas,
con las que me atormento:

A qué son bailan tus caderas,
qué sudores te alimentan, tengo tanto miedo
de que olvides el camino de regreso,
el camino de regreso.

-Es verdad, siempre sale el sol. Siempre hay alguna cancion que nos traén nuevos recuerdos, nuevas confesiones, nuevos amaneceres.
Los que están por venir. Los que vendrán. Y qué culpa tengo yo?, sí no he hecho nada más que querer/te, más que dejarme llevar y sentir. Sólo debo agradecer/te,el que estés ahí, desde tu sitio, conmigo [sin qe ninguna se de cuenta]

Sin palabras, no las encuentro, quizás no las tengo, o ya te las dí. ..

soñé contigo anoche N, no fueron pesadillas, esas cotidianas qe me atormentan
fue un sueño nuevo, tranquilo
ansiado.
llename de besos, llename de abrazos, eso te decia. .. o eso soñe.

duele, lo días miercoles
los días previos a las fechas
qe ni siquiera me permito soñar pasar contigo.

Te Amo. eterna. !

ALe.

"¿nos sobran los motivos?" 13/04/2009




Este adiós, no maquilla un "hasta luego",

Este nunca, no esconde un "ojalá",

Estas cenizas, no juegan con fuego,

Este ciego, no mira para atrás.

Este notario firma lo que escribo,

Esta letra no la protestaré.

Ahórrate el acuse de recibo

Estas vísperas, son las de después .

A este ruído, tan huérfano de padre

No voy a permitirle que taladre

Un corazón, podrido de latir

Este pez ya no muere por tu boca

Este loco se va con otra loca

Estos ojos no lloran mas por ti.
. .. *


[tus palabras] mas no las mías. ..
te extraño intrinsecamente,
y te amo *
como siempre