domingo, 15 de marzo de 2009

... qe pueda hacerse el Amor más qe volando ...

Ella: La esperanza tan dulce, tan pulida, tan triste, la promesa tan leve no me sirve.

Él: Aunque sea un trueque mínimo, debemos cotejarnos.

Ella: No me sirve tan mansa la esperanza, la rabia tan sumisa, tan débil, tan humilde...El furor tan prudente no me sirve. No me sirve tan sabia, tanta rabia.

Él: Estás sola, estoy solo; por algo somos prójimos. La soledad también puede ser una llama.

Ella: No me quieras, por favor, no me quieras, no me quieras, no me quieras…
(…)
Él: Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? No me es posible concebir ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando. Te quiero.

Ella: Yo también te quiero, pero puedo quererte sin tenerte. Hemos volado juntos. ¿Qué más hace falta?

No hay comentarios:

Publicar un comentario